La de los tristes destinos Capítulo I de Benito Pérez Galdós Madrid, 1866.- Mañana de Julio seca y luminosa. Amanecer displicente, malhumorado, como el de los que madrugan sin haber dormido ...
La vuelta al mundo en la Numancia Capítulo V de Benito Pérez Galdós Razón tuvo el Cura don Prisco al poner en sus letanías la piadosa invocación al brazo militar: «¡Soldados, soldados ». Oída fue por ...
Bonaparte en Arcole, el 1 de noviembre de 1796. Retrato de Antoine Gros. Museo de Versalles.IntroducciónLos cinco hermanos Bonaparte. Durante unos años casi toda Europa fue suya. - Colección de Vinck ...
Las Estaciones – El estío Septiembre - La cazadorade Julia de Asensi Diana cazadora llamaban a la hija del conde de San Felipe, todos los conocidos de éste. Era una hermosa niña que cuando contaba ...
Gotas de Sangre (Crímenes y criminales) de Luis Bonafoux «Record» inadmisibleDespués de la muerte del niño Borone, pelado vivo por una enfermera del hospital Trousseau, y de la muerte de la señorita ...
& 160;09Pág. 09 de 13La caída de la Casa UsherEdgar Allan PoeY entonces, transcurridos unos días de amarga pena, se produjo un notable cambio en las características del trastorno mental de mi amigo ...
La Cartuja de Parma: XIde Stendhal Al salir del arzobispado Fabricio corrió a casa de la pequeñaMarietta. Oyó desde lejos la bronca voz de Giletti quehabía, mandado traer vino y se solazaba con el ...
Capítulo XXV& 160;27Pág. 27 de 33La gaviota (Caballero)Fernán CaballeroNo tardó en esparcirse por todo el lugar la voz de que la hija del pescador había sido asesinada.Así pues, el egoísta, torpe y ...
nonePág. 053 de 97La lucha por la vida I Segunda partePío Baroja-¿Al cangrejo? -preguntaron todos extrañados.-Sí; un vapor que pasó a muchas millas, al oír los lamentos delcangrejo pensó si sería la ...
Las mil y una noches - Tomo IV Y cuando llegó la 533ª nochede Anónimo Y CUANDO LLEGO LA 533ª NOCHEElla dijo:"... la reina Flor-de-Granada dió a su hijo el nombre de Sonrisa-de-Luna, con el ...
Capítulo XXIV& 160;24Pág. 24 de 29TristanaBenito Pérez Galdós«¡Ay, todavía me duele » -fueron las primeras palabras que pronunció al volver del tenebroso abismo. Y después, su fisonomía pálida y ...
Amadeo I& 160;: 8de Benito Pérez Galdós Un poquito atr& 225;s. No se me vaya a quedar en el tintero mi & 233;pico lance con Alberique, m& 225;s interesante, a mi juicio, que aquella c& 225;fila de ...
Ana KareninaSegunda parte: Capítulo VIIde León Tolstoi Se oyeron pasos cerca de la puerta principal. Betsy, reconociendo a la Karenina, miró a Vronsky. El dirigió la vista a la puerta y en su rostro ...
& 160;Virginia y su adorador de cabello rizado dieron, unos días después, un paseo a caballo por los prados de Brockley, paseo en el que ella desgarró su vestido de amazona al saltar un seto, de tal ...
Entre naranjosde Vicente Blasco Ibáñez Segunda ParteV–Pero, beb& 233;, & 191;cu& 225;ndo llegamos a la isla?... Me fatiga estar en este banco lejos de ti, viendo esos bracitos m& 237;os c& 243;mo se ...
Esbozos y rasguños: Al Sr. D. Manuel Marañónde José María de Pereda Queridísimo amigo e inolvidable conterráneo: Perdone usted la franqueza con que le elijo para presentar al bondadoso público ...
AZORÍN es el primero que habla y escribe de esta tan traída y llevada generación. Lo hace en un histórico artículo que habría de publicar el diario ABC el 19 de mayo de 1910. Pero en impreciso baile ...
La cigarra y la hormigade Vicente Blasco Ibáñez LA CIGARRA Y LA HORMIGAReverbera en las blancas fachadas el sol de las primeras horas de la tarde. Procuramos, en nuestros paseos por la plaza de un ...
Rimas Gustavo Adolfo BécquerPorque son, niña, tus ojos verdes como el mar, te quejas; verdes los tienen las náyades, verdes los tuvo Minerva, y verdes son las pupilas de las hourís del Profeta. El ...
Veinte años después: Capítulo LIII. Una entrevistade Alejandro Dumas Aquella mañana hallábase Artagnan acostado en el dormitorio de Porthos,costumbre que habían adoptado los dos amigos desde que ...
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